Emily es una chica de 15 años que está en cuarto de secundaria. Estudia en un colegio nacional de Jesús María. A continuación, compartimos su interesante testimonio.
Mis amigas dicen que soy lorna porque nunca he tenido enamorado y nunca he besado. Ellas ya han besado y una que otra también ha tenido sexo. Lo que me llama la atención es que cambien de enamorado tan rápido. Se supone que si tienes enamorado es porque te gusta un montón, lo quieres y lo respetas, pero ellas cambian de chico a cada rato y hasta tienen varios al mismo tiempo.
Confieso que no me gustan tanto las fiestas como a ellas. Disfruto bailando y conversando con chicos, pero no me gusta que me toqueteen mucho. Por eso casi ni bailo reggaeton y, cuando lo hago, no permito que se me peguen tanto. Los chicos me miran raro cuando les digo eso y se desaniman. Bailan un par de canciones conmigo y luego se quitan un toque molestos. Tampoco me gusta emborracharme. Para serles sincera, no me gusta el sabor del trago, sea chela, ron o lo que sea. Me parece muy fuerte y amargo. No me gusta. Tomo un poco para que mis amigas no me fastidien y no me sigan diciendo que soy monse.
Si quieren que les diga la verdad, no me gustaría ser como ellas, aunque podría ser divertido, quién sabe. Sus únicos temas de conversación son las fiestas, los enamorados y las páginas porno de Internet. Eso sí que me da asco. Una vez me obligaron a ver un video porno en una cabina que queda cerca del colegio. Fue asqueroso. Un gringo parecía estar maltratando a la chica rubia porque la hacía gritar y le golpeaba las nalgas. Solo aguanté unos cuantos segundos y salí de la cabina asustada. Mis amigas se rieron de mí y se quedaron viendo el video. Cuando caminaba por la calle, comencé a llorar. No sé por qué.
Ese día me sentí más sola que nunca.
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